Fuente Digital.

Ya lo he dicho aquí antes, pero es importante repetirlo.

En la escritura, no pasa lo mismo que en las canciones, o en la poesía. Escribiendo se puede mentir, exagerar, distorsionar, inventar. En la música y en los versos, no. Lo que los músicos ponen en las canciones, son reflejos fieles de su alma, un calco del color de su corazón. Sea negro, rojo o blanco. Sean almas malas, buenas, justas o intrigantes.

Por eso, el periodismo ya no existe. Desapareció. Todo lo que se lee en la actualidad, es pura ficción. Inventada por los grandes grupos económicos, por gente adicta al culto al ego, por pobres tipos que, en general, escriben bien, pero viven mal.

Ahora, hay escritores que, tomando ese puesto privilegiado sobre los demás, inventan mundos precisos, necesarios. Bolaño es necesario. Cortázar también. Marcela Paz, obvio que lo era. Proust, Flaubert, Carver, etc.

El único mundo real, es el de los niños. Ellos tienen el poder. La realidad en las manos.

Debemos cuidarlos. Protegerlos de la manipulación. Dejarlos fuera de los juegos de envidia y desesperación.

Je.
Estoy hablando como un fuckin preacher.

Debe ser el rasgo protestante en mi genética.

Pero eso es otra historia.

Buenas noches.
Que duermas bien.
Que duermas en paz.
Que despiertes bien.
Que despiertes en paz.
Que vivas en paz.

Te veo mañana.